sábado, 28 de febrero de 2009

La economía de la Cultura

Habiendo revisado ya varias veces la historia de la cultura es necesario ahora ver cual su relación con el sistema económico. En el momento en el que la cultura se convirtió en un bien comerciable, se convirtió también en un sector muy explotado en varios aspectos como los son: su producción, conservación y difusión, cosa que provoco que la cultura se empezara a producir regida por las reglas del mercado para asegurar beneficios estables con márgenes mas o menos predecibles.

La producción cultural concentrada en pocas manos genero paulatinamente una noción de patrimonio cultural. Se empezaron a coleccionar y a agrupar los bienes culturales como trofeos que nos recordaban del pasado; por lo que se genero también cierto prestigio social a los poseedores de estos bienes. Frente a este poder cultural centralizado en pocas manos, los gobiernos de los estados crearon el concepto de patrimonio nacional en el que por miedo a equivocarse incluyeron toda producción cultural, sin hacer distinciones sobre si tenia algún verdadero valor o no.

En 1972 la UNESCO creo el concepto de “Patrimonio cultural de la humanidad”, titulo que se le asigna a todo bien cultural con el fin de asignar los recursos suficientes para su protección, conservación, restauración, etc… Pues ahora cada ser humana tiene como parte de sus derechos el acceso a la cultura, pero esta se encuentra en el poder de unas cuantas manos que son lo suficientemente bondadosas para permitirle al resto de la humanidad el acceso a ella.

Hay tres círculos que comprenden a la cultura. El primero de adentro hacia fuera es el de la alta cultura, es un producto de lujo solo apto para aquellos que tienen los medios---- la élite. El segundo es el de los elementos culturales tolerados que son productos que originalmente pertenecían a la cultura popular pero que han sido incorporados y vaciados de su significado primario por la alta cultura. El tercero es el circulo de la intolerancia que comprende todo lo rechazado por la alta cultura clasificado recientemente como Kitsch.

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